Patuque Sala Cuna (Maternal)

Motricidad: ¿Qué son los patuques?

Así como lo dice su nombre, los “patuques” son actividades donde le permitimos al niño “empatucarse”, ensuciarse. Para muchos padres no es fácil explicarles esta tendencia, ya que rompe con los parámetros rutinarios que se tienen en casa. Así surgen preguntas como: ¿si lo dejo jugar con comida, luego va a entender que también debe sentarse a la mesa a comer?, ¿cómo le enseño que con la comida no se juega? ¿Aprenderá a usar los cubiertos después?

El patuque, nace como una actividad alternativa de estimulación sensorial para los primeros años de vida. Consiste en ofrecerle al pequeño materiales que pueda manipular y explorar de manera libre y sin riesgos, brindándole una nueva y divertida experiencia. Permitir que el niño se ensucie, es parte de su desarrollo natural ya que a través del tacto y la boca, lo pequeños descubren el mundo.

Además de favorecer el desarrollo psicomotor del pequeño, el patuque estimula el reconocimiento de las cualidades sensoriales y perceptivas típicas de la edad: expandir, esparcir, recoger, vaciar, amasar, estirar, probar, llenar. Expertos aseguran que las actividades de patuque, incluso, favorecen las relaciones interpersonales y el desarrollo del niño con su entorno. El ensuciarme me permite entender cómo es cada objeto, qué textura tiene y cómo se comporta.

-Para niños de 6 meses a 2 años se recomienda usar materiales como: compota, masa de harina de maíz, diversos tipos de puré de vegetales y frutas, gelatina, pudín, pasta sancochada, y más.

Antes de realizar cualquier actividad de patuque es necesario verificar a qué alimentos es alérgico el niño.

-Para mayores de 2 años podemos usar otro tipo de materiales como: granos, arcilla, tierra, pintura, espuma de afeitar, gel de cabello, leche condensada, entre otros. Todas estas actividades deben realizarse bajo vigilancia de un adulto, ya que recordemos que los niños intentan llevar a la boca el material a modo exploratorio.

La mejor manera de realizar un “patuque” en casa es colocar el material en un mantel o una caja plástica, asegurándonos que está completamente limpia la superficie. Podemos dejar que el peque juegue libremente o podemos ofrecerle algunas cucharitas o envases plásticos para llenar y vaciar.